Blog de Ignacio Simal: opiniones falibles, propias y ajenas, abiertas a la conversación no dogmática.

24 mayo, 2010

Las religiones minoritarias como coartada


Hace unos días, Guillem Correa, secretario general del Consell Evangélic de Catalunya, dejaba caer la cuestión –a través de un artículo- de la financiación de las religiones minoritarias por parte del Estado como una cuestión de justicia económica. De forma muy inteligente hacía referencia a que no encontraba la casilla en la declaración de la renta para marcarla a favor de los “servicios sociales protestantes”, eufemismo que evita nombrar a las “iglesias protestantes”.
Hoy, trece días después de leer el artículo de Correa, leía en Europa Press las declaraciones de Carod-Rovira, vicepresidente de la Generalitat catalana, en las que “se muestra partidario de que en la declaración del IRPF se introduzca una casilla para las religiones minoritarias, como ocurre con la Iglesia Católica. De este modo, los ciudadanos que lo deseen podrían contribuir a su financiación a través de la Renta”.
Los que creemos que el Estado español debe ser laico y por ello no debiera financiar a ninguna religión, sea ésta mayoritaria o minoritaria, hemos quedado perplejos. El Estado español, a través de su gobierno, se ha mostrado timorato a la hora de decidir la anulación de los acuerdos de financiación a favor de la Iglesia Católica y Romana. Durante la campaña de la renta del año pasado la Iglesia Católica recaudó 252,6 millones de euros. Pensamos que la Iglesia Católica, al igual que las iglesias protestantes, deben, al menos, sufragar los gastos que generan sus ministros religiosos, los locales dedicados a su culto y sus celebraciones religiosas a través de la aportación de sus fieles. Somos muchos los protestantes españoles que no deseamos igualarnos a ellos, sino que ellos se igualen a nosotros.
Sin embargo parece que se quiere utilizar a las religiones minoritarias, entre ellas a las iglesias protestantes, para servir de coartada a fin de seguir financiado por parte del Estado a la iglesia católica. En mi opinión, ese es el objetivo y no otro. Eso sí, todo convenientemente maquillado mediante la incorporación, en la declaración de la renta, de otras casillas dedicadas a las “otras religiones”. Probablemente, si Dios no lo remedia, algunos sectores evangélicos morderán el anzuelo, pues “París, bien vale una misa”.

3 comentarios:

  1. Pues... con la de problemas económicos que pasan muchas iglesias protestantes (ahora mismo tengo dos en mente en mi ciduad)para financiarse.... veo dificil no morder ese anzuelo. Sería la solución a muchos problemas. Es como la manzana de la bruja blancanieves tiene buena pinta, pero tal vez lleve veneno.

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  2. Puede que tengas razón, la crisis económica de algunas iglesias las puede "forzar" a optar y luchar por conseguir la financiación estatal y que la manzana esté enevenenada.

    Por otra parte -algo muy importante- es la concepción del Estado laico que es algo que se solaya en la discusión. Al menos a mi me lo parece.

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  3. Pues, mira, Ignacio:

    A lo mejor estoy equivocada, pero por ese concepto de Estado laico y saliéndome un poco del tema -en el que estoy de acuerdo contigo- yo creo que en las escuelas públicas no debiera darse clase de religión. De ninguna.
    Como mucho una Historia de las religiones consensuada.

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